BLAME! comienza en un futuro postapocalíptico en el que la tecnología ha superado a los humanos y les ha relelvado, considerando a los humanos una amenaza a la que hay que exterminar. El mundo se ha convertido en un montón de estructuras metálicas que son clasificadas en niveles caóticos, que a su vez están separados con barreras que los humanos no pueden traspasar sin que el sistema se de cuenta y les elimine. En este escenario aparece Killy, el protagonista que está en busca de humanos con el gen del terminal en red. Mientras tanto, cerca de allí, se encuentra uno de los pocos poblados que quedan de supervivientes. Estos andan faltos de comida y están al borde de la extinción, por esa razón un equipo de chavales sin autorización decide salir a intentar encontrar comida en los niveles. Entre tanto, se toparán con imprevistos y con el callado Killy, que les salva el culo. A partir de aquí profundizan más en quién es Killy y cual ha sido la causa de acabar siendo exterminados por su propia tecnología para intentar encontrar una solución.

Esta película, de la mano de , cuenta una interesante historia cyberpunk que, como era de esperar, se cuenta de una manera un tanto atropellada y omitiendo bastantes detalles a priori importantes, pero no deja de ser una buena peli. Por cierto, la animación recuerda mucho a la de Ajin o Sidonia no Kishi, así que más de uno la odiará (la animación pseudo3D no está hecha para el anime).